Stefan Zweig, 1942
Temas: Alemania nazi, persecución judía, trauma.
Zweig define el juego de ajedrez como «una matemática que nada soluciona, un arte sin obras, una arquitectura sin sustancia…»
Con el juego de reyes como fondo, el autor austríaco relata la detención del protagonista por parte de la Gestapo. La tortura por aislamiento y los interrogatorios a los que lo someten hasta alcanzar la locura, hablan del estado de ánimo de un hombre, que no es otro que el propio escritor. Zweig no pudo soportarlo más y finalmente, ya en el exilio, se quitó la vida ante la perspectiva de desencanto y pesimismo vitales.
En el libro que relata sus memorias, El Mundo de Ayer, Stefan Zweig se define como austríaco, judío, escritor, humanista y pacifista. Después de arrebatarle la casa y la fortuna en tres ocasiones, se convirtió en apátrida. Fue testigo de las dos grandes guerras mundiales y vio cómo avanzaban en Europa las ideologías de masas: fascismo, nacionalsocialismo, bolchevismo y, sobre todo, «la peor de las pestes, el nacionalismo».
La Viena de fin de siglo representaba a la sociedad instalada en la confianza. Era aquel un mundo optimista, próspero, hermoso y dominado por el idealismo, que lo llevaría a despreciar el peligro de la Primera Guerra Mundial. Zweig era un escritor cosmopolita que viajó a lo largo de diferentes países europeos y conoció a una buena parte de los intelectuales y artistas. Con el advenimiento de los movimientos de masas empieza en Europa el ocaso de la libertad individual. Su relato habla del cataclismo del mundo y de años apocalípticos llenos de brutalidad y ausencia de razón, que acompañaron el estallido de la Segunda Gran Guerra .